Tu marca es tu activo más valioso. Es el nombre, el logo, la identidad que has construido con años de esfuerzo. Pero, ¿sabías que esa protección no dura para siempre? Mucha gente olvida un detalle clave: la renovación de la marca. No es un simple papeleo. Es un paso crítico para no perder todo lo que has logrado. Es la diferencia entre tener un negocio protegido y dejar tu marca a merced de la competencia.
¿Cómo y cuando se renueva una marca registrada?
Una marca registrada en España tiene una vida útil de 10 años. Diez años de protección, de exclusividad. Después, ese derecho caduca. Desaparece. No es una prórroga automática. No. Tienes que renovarla. Si no lo haces, la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) la considera caducada. Y eso tiene consecuencias muy serias. Imagina que tu marca es un castillo. La renovación es la reparación de las murallas. Si no las reparas, se caen. Y cualquier intruso puede entrar.
El precio de no renovar
Las consecuencias de no renovar a tiempo son devastadoras.
- Pérdida de exclusividad: Dejas de ser el único con derecho a usar ese nombre o logo.
- Dominio público: Tu marca pasa a estar «libre». Cualquier persona, competidor o imitador, puede registrarla y usarla.
- Pérdida de valor: El valor de tu negocio se desploma. Gran parte de tu «fondo de comercio» está en la marca. Sin protección, no vale nada.
- Demandar es imposible: No puedes defenderte legalmente. Si alguien usa tu marca, no puedes hacer nada. Pierdes toda tu capacidad de acción.
- Riesgo de rebranding: El peor escenario. Otro registra tu marca. Y te obliga a dejar de usarla. Tienes que cambiar de nombre, de logo. Perder clientes. Gastar miles de euros en una nueva imagen.
¿De verdad quieres arriesgar tu negocio por un trámite?
El laberinto de la renovación
El proceso de renovación parece sencillo. Pero no lo es. Es un laberinto, hay plazos, tasas y formularios. También hay que vigilar las publicaciones de la OEPM. Si te equivocas en un solo dato, si pagas fuera de plazo, si no usas el formulario correcto, la renovación puede ser rechazada. En consecuencia, tu marca podría quedar como caducada. La OEPM da un «periodo de gracia» de seis meses después de la fecha de vencimiento. Pero no es gratis. Hay que pagar un recargo. Primero es un 25%. Luego, un 50%. Aumenta el coste. Y el estrés.
¿Merece la pena el riesgo?
La tranquilidad de un experto
No dejes que tu marca se convierta en un problema. La solución es sencilla. Un asesor experto en este tipo de trámites es RegisMar. Conoce los plazos y cómo gestionar cualquier incidencia.
En RegisMar se encargan de todo lo necesario para tu marca:
- Te avisa con antelación de la fecha de renovación.
- Prepara y presenta la solicitud.
- Gestiona el pago de las tasas.
- Realiza el seguimiento del expediente.
- Resuelve cualquier problema que pueda surgir.
No tendrás que preocuparte por nada. Tu marca estará protegida. Y tu negocio, seguro. No es un gasto. Es una inversión. Una inversión en la seguridad de tu negocio. El coste de la renovación es mínimo comparado con el de perder tu marca. No dejes que una fecha se interponga entre tu esfuerzo y tu éxito. Protege lo que has construido. Un asesor profesional te da esa tranquilidad.
¿Cuándo caduca tu marca? ¿Estás seguro de que la tienes protegida? ¿O estás a punto de perderla?
La lectura de este blog no sustituye a una consulta con un asesor especializado. Cada caso personal es diferente de los demás y precisa un estudio independiente para realizar el mejor asesoramiento. Si desea contactar con alguno de nuestros asesores haga clic en el siguiente botón:



