Muchos hemos oído hablar de algún bar y de varios restaurantes, que tras mucho esfuerzo, sudor y lágrimas han tenido que colgar ese cartel que todos los empresarios tememos con el título de «Se traspasa». Es sin duda una sensación horrible de imaginar, basta con ponerse en la situación de ir a comprar dicho cartel
¿Cuál es la manera de evitarlo? Pues puede depender de 1.000 posibles causas. Por eso hoy os quiero contar la historia de tres soñadores los cuales tropezaron cometiendo este tipo de errores a la hora de abrir un bar.
Los 3 errores de un joven soñador que quiso abrir un bar
Error número 1: El sueño
A veces los propietarios de establecimientos se traspasan por el simple hecho de “No tengo clientes… pues cierro porque no me va bien”. Antes una situación que pueda llevar al cierre de un bar, esa afirmación o excusa debería ser sustituida por cuestiones tales como:
- ¿Por qué mi local esta vacío?
- ¿De dónde provienen las deudas por las cuales no duermo?
- ¿Qué es lo que hice mal para llegar a esto?
- ¿Es esto lo que quiero en realidad?
Y la más importante de todas las cuestiones a realizarse, siempre que no quieras cerrar tu bar o negocio es ¿Cómo puedo evitarlo?
Basándonos en lo más importante de todo. Tu felicidad, tu salud, tus seres queridos y tus ganas de arreglar el problema. Es entonces cuando nos podemos plantear las preguntas descritas anteriormente y enfrentarnos los problemas.
Cada bar es un mundo y cada persona otra por lo que nuestras decisiones empresariales dependen en todo momento de garantizar nuestro éxito o fracaso en el negocio. Deberíamos ser conscientes, de que cada terrón de azúcar en el café cuenta, cada pequeño detalle en un cocktail, la perseverancia en hacer lo que creemos que es lo correcto y cumplir ese sueño que perseguíamos antes de abrir nuestro negocio. Por todo esto, concluimos que nuestro primer error sería alejarnos del buen camino, es decir, de nuestro sueño.
Persigue tu sueño y no te desvíes. Cuando te desvíes encarrila el camino que ese sueño debe recorrer para ser cumplido.
Error número 2: El objetivo
Me encanta personalmente ver a personas abriendo su local por primera vez. La sonrisa en la cara y las esperanzas de un futuro próspero se abren ante ellos. Tras meses de valentía, búsqueda, obras y mucho papeleo que rellenar, por fin pueden abrir su establecimiento. Pero una vez pasados los días, las comandas y los clientes entran y se dan cuenta de que abrieron un establecimiento en el cual empieza a reinar la desorganización. Ven la realidad y que el objetivo de lo que debería ser no está claramente establecido.
Marcarse objetivos en la vida es un modo de auto superación en muchos aspectos. Uno de ellos puede ser aplicable al negocio que estamos abriendo. Si es un bar no nos podemos olvidar en ningún momento de haber marcado lo que ese bar tiene que ser. Este es un aspecto que muchos olvidan contemplar antes de abrir su establecimiento. Si no somos capaces de transmitir esa idea a la gente que viene a visitarnos o a nuestros trabajadores, seguramente acabemos jugando a la ruleta rusa con nuestro negocio.
- ¿Qué tipo de clientela quiero?
- ¿Cuál es mi oferta?
- ¿En qué rango de precios me muevo?
- ¿Cuál es la calidad que quiero dar?
- ¿Qué tipo de establecimiento quiero?
Perder las ganas y la ilusión en nuestro negocio es una herramienta que nos hace alejarnos de nuestro objetivo.
Marca un objetivo real en tu negocio. Para que tenga una meta debe ser transmitida y cumplida.
Error número 3: El conocimiento
Seguro que todos conocemos a una persona a la cual hemos oído tachar a alguien como “Fantasma” en algún momento. Puede que nosotros hayamos sido esa persona en decirlo si indagamos un poco más profundo. Esta palabra tiene muchos sentidos y muchas maneras de aceptarla tanto por la persona que la pronuncia como por la persona que recibe el mensaje.
Irónicamente algunas veces la persona que pronuncia esa palabra, arrastra pero no pronuncia la siguiente que es, ENVIDIA. Lo que debemos evitar a toda costa es que nos tachen con esa palabra siendo verdadero el significado sin tener en cuenta envidias u otros sentimientos por parte de las personas. A todos nos gusta que se hable bien de nosotros y es algo que se debe trabajar inconscientemente cada día.
Si abres un establecimiento, ábrelo con humildad. Ser humilde y trabajador te traerá siempre más alegrías que desgracias. No pretender que porque los primeros meses nos va bien la cosa no puede aflojar. La vida como bien sabemos da muchas vueltas. Ser humilde y crítico con nosotros mismos de una manera sana nos ayudará a mejorar en todo momento.
Escapa del conformismo, no dejes de formarte
No confundáis el ser crítico con uno mismo con la avaricia. Una cosa es quererlo todo y otra analizar qué aspectos puedo mejorar o qué debo cambiar en mi establecimiento para no quedarme dormido. Estudia, fórmate, lee y aprende.; porque en los momentos en los que estamos subidos al dólar no debemos bajar la guardia. Estar en constante conocimiento o tendencia de lo que rodea nuestro negocio, o tener un mínimo de interés sobre las cosas nuevas que se nos plantan cada día, sólo aportará buenas cosas o ideas siempre que decidamos aceptarlas.
Sé fuerte en momentos débiles, valiente cuando estés asustado y humilde cuando salgas victorioso.
Estas son algunas de las cosas que un soñador pudo observar cuando las puertas de un negocio se abrían ante otro soñador al cual no pudo aconsejar. Ante todo, siempre que no sea por causa mayor, y quieras arreglar tu negocio, no dudes en compartir tu SUEÑO con nosotros para llegar al OBJETIVO a través del CONOCIMIENTO.
Fran Marcos, un soñador objetivo con una humilde opinión. Diario de un Arlequín.
Fran Marcos
Asesor de bar y barconsulting
Arlequín
La lectura de este blog no sustituye a una consulta con un asesor especializado. Cada caso personal es diferente de los demás y precisa un estudio independiente para realizar el mejor asesoramiento. Si desea contactar con alguno de nuestros asesores haga clic en el siguiente botón: